Argentina tiene esas cosas increíbles e inexplicables que solo ocurren en nuestra tierra. Tras la designación de Robert Prevost como papa León XIV, se conoció una foto suya dando una misa en Buenos Aires junto a su antecesor en el Vaticano, Jorge Bergolgio, Francisco, cuando era Arzobispo de la ciudad.
La imagen corresponde al año 2004, cuando Prevost participó de la inauguración de la Biblioteca Agustiniana, en Villa Pueyrredón. En ese viaje Bergoglio celebró la misa de clausura del Congreso Agustiniano de Teología, en el que el actual papa tuvo un rol destacado.
Prevost volvería a Buenos Aires 9 años más tarde, en marzo de 2013: apenas cuatro días antes de que Bergoglio fuera elegido Papa. Vino con motivo de la ordenación de Alberto Bochatey como obispo auxiliar de La Plata. Entre los cocelebrantes que participaron de la misa en la catedral estaba quien hoy se llama León XIV. En esa oportunidad, pasó por la catedral platense y por el colegio de San Agustín, en Recoleta, donde ofició una misa con Bochatey.
Pero la realidad es que Prevost visitó varias veces nuestro país, y no solo Buenos Aires. Como miembro del noviciado de la Orden de San Agustín (OSA), en donde ingresó en 1977, escaló al punto de lograr ser el superior general de la orden, y de allí que tuvo contactos, entre tantas, con la parroquia San Agustín de la ciudad de Mendoza.
El vínculo de Prevost con la parroquia de Mendoza
Durante su gestión como autoridad máxima de la orden, Prevost visitó varias veces la parroquia mendocina, donde conoció al actual párroco, Julio Ríos, quien luego de la confirmación de León XIV se mostró muy emocionado.
“Hemos tenido la suerte de poder compartir con él cuando era superior general de la Orden de San Agustín. Con un grupo de compañeros estábamos en la formación inicial, haciendo nuestra filosofía y estudiando teología, en preparación a recibir primero los votos religiosos y luego la ordenación sacerdotal”, recordó.

Ríos también valoró la personalidad del nuevo Pontífice León XIV, destacando su sencillez y compromiso: “Nos visitaba regularmente y era una ocasión de mucha alegría para nosotros. Es así como lo viste, que ahora lo presenciamos por televisión. Es sencillísimo, humilde, un hombre muy bueno y fue muy cercano a nosotros”.
La elección de Prevost como líder de la Iglesia Católica sorprendió al párroco mendocino, quien no esperaba que uno de sus antiguos compañeros de comunidad fuese elegido sucesor de Francisco: “Compartimos ratos de formación, de diálogo, de comidas. La verdad que no deja de sorprendernos verlo en esta situación, pero al mismo tiempo es una alegría. Es un hermano. Compartimos una comunidad”.