Un nuevo revés en el caso de las Islas Malvinas: la Organización de Estados Americanos (OEA) instó al Reino Unido a retomar las negociaciones con Argentina en la disputa por la soberanía de las Islas. Milei, en este contexto, comentó la posición oficial y se alejó de su antigua posición a favor de la ocupación inglesa.
La OEA dictó, en unanimidad, una declaración que respalda el llamado regional a reanudar las negociaciones entre Argentina y Reino Unido por la soberanía del territorio de las Islas Malvinas. En este sentido, Cancillería compartió un comunicado celebrando la noticia y sumó: "Agradecemos el apoyo unánime que hemos recibido de toda América. Las Malvinas son argentinas".
El canciller Gerardo Werthein, además, dijo lo propio: "Las Malvinas son argentinas. Junio fue un mes importante para nuestro país en la Cuestión Malvinas: se aprobó por unanimidad una nueva resolución de respaldo a la posición argentina en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas". En este sentido, la Cancillería reafirmó su compromiso en trabajar por recuperar la soberanía nacional de las Islas.

Milei celebró la noticia sobre la posición de la OEA desde su cuenta de X, donde dijo que "LAS MALVINAS SON ARGENTINAS" y aprovechó para pegarle a la oposición: "En lugar de nacionalismo de pacotilla y berreta, nosotros desde el Gobierno respondemos con acciones claras y resultados concretos. VLLC!". Lo cierto es que su posición sobre la determinación argentina de las Islas Malvinas ha sido ambigua, un hecho que tuvo repercusión en su momento y generó polémica.
Los antiguos dichos de Milei sobre las Islas Malvinas
El 2 de abril de este año, durante el acto en homenaje a los Excombatientes Caídos en la Guerra de Malvinas el presidente se mostró con una posición contraria, que en su momento fue criticada por diversos sectores, ya que dio a entender que los habitantes de las islas, los "kelpers", tenían la libre determinación de nombrarse a sí mismos como quisieran.
Bullrich, en ese momento, salió a explicar que estos dichos de Milei no reflejaban la posición oficial, pero de igual modo las palabras del presidente no fueron bien recibidas, ya que el presidente acumula oportunidades en las que elogió a Margaret Thatcher -a responsable política de la Guerra- diciendo que es su "ídola" y que es una "líder política brillante".
