La Navidad es una época especial, pero también puede convertirse en un desafío para quienes convivimos con perros y gatos. Entre las reuniones, los ruidos y la comida típica de estas fechas, nuestros compañeros de cuatro patas suelen enfrentarse a riesgos que pueden evitarse con un poco de planificación. Desde prevenir intoxicaciones hasta reducir el estrés, cuidar a las mascotas durante las fiestas es esencial para que todos disfruten de manera segura.
Uno de los principales peligros está en la comida de Navidad. Aunque para nosotros es tentador compartir nuestras delicias, muchos de los alimentos tradicionales son altamente tóxicos para los animales. La clave está en mantener la comida fuera de su alcance y resistir la tentación de ofrecerles "un poquito".
El chocolate, por ejemplo, contiene teobromina, una sustancia que puede ser letal para los perros, incluso en pequeñas cantidades. Algo similar ocurre con las uvas, las pasas y ciertos frutos rojos, que pueden desencadenar insuficiencia renal. Tampoco son recomendables las cebollas, el ajo ni los puerros, ya que dañan los glóbulos rojos de las mascotas. Por otro lado, los huesos de ave, aunque parezcan un premio, representan un riesgo grave porque al astillarse pueden perforar el sistema digestivo.

La decoración navideña, que tanto embellece nuestros hogares, también puede ser un problema. Los adornos de vidrio, al romperse, pueden provocar cortes, mientras que los cables eléctricos son un peligro latente si las mascotas los muerden. Es importante colocar todo esto en lugares donde nuestras mascotas no puedan acceder y estar atentos a cualquier intento de exploración peligrosa.

Por último, el estrés es otro factor a tener en cuenta. Los ruidos fuertes, como los fuegos artificiales, suelen generar un malestar extremo en perros y gatos debido a su sensibilidad auditiva. A esto se suman las visitas, la música alta y los cambios en la rutina, que pueden alterar su tranquilidad. Para ayudarlos, es fundamental crear un espacio seguro y tranquilo donde puedan refugiarse, mantener sus horarios habituales de comida y paseo, y minimizar el impacto del ruido cerrando ventanas o poniendo música relajante.
Cuidar a nuestras mascotas durante la Navidad no solo las protege de accidentes y problemas de salud, sino que también permite que toda la familia pase las fiestas en tranquilidad. Al tomar estas precauciones, nos aseguramos de que nuestros amigos de cuatro patas también puedan formar parte de los festejos.