El consumo en la caída de alimentos fue generalizado, inclusive en aquellos de consumo masivo, como lo es la yerba mate, que se apresta cerrar este 2024 como el de más bajo consumo de los últimos cinco años.
Según el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), entre enero y noviembre se despacharon al mercado interno 238,04 millones de kilos, muy por debajo del promedio del último quinquenio, que se ubicó en 270 millones de kilos.
Si bien todavía restan conocerse los datos de diciembre, sería prácticamente imposible que el volumen que se comercialice en dicho mes le permita los 269 millones de kilos que se vendieron en 2020, siendo este el peor año de la década hasta el momento.

Esta caída en las ventas no se condice con los niveles de producción, ya que a contramano del consumo, la cosecha anual es, por lejos, la más importante de los últimos cinco años, alcanzando sin contabilizar el último trimestre los 968, 2 millones de kilos.
Para darse un idea, durante todo 2023, la producción fue de 774,5 millones de kilos, lo que implica un aumento en el volumen del 25%.
Este combo de bajo consumo y alta producción llevó, junto con la eliminación de la facultad del INYM de definir precios de referencia para el pago de la yerba mate a los productores por parte del Gobierno nacional, a que el valor pagado a los yerbateros se reduzca a casi la mitad de lo que percibían a principio de año ($450 vs $200), sumiendo a la actividad en una profunda crisis.
Exportación de yerba mate
En lo que se refiere a la exportación, el informe del INYM consigna que en noviembre la salida de molinos fue de 4.298.096 kilos, con un acumulado de 41.228.288 kilos entre enero y noviembre.

Este volumen es el segundo más alto de 2020 a la fecha, aunque podría posicionarse como el mejor año, ya que todavía falta que se conozcan los datos de diciembre.