El estadounidense Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo Papa de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV, y aunque no se ha pronunciado oficialmente sobre su afinidad futbolística, hay algunas pistas que permiten especular con qué equipo podría simpatizar.
A diferencia de su antecesor, el papa Francisco, declarado hincha de San Lorenzo de Almagro, León XIV proviene de un país donde el fútbol no es tan pasional. Sin embargo, su lugar de nacimiento y su prolongada vida en Perú abren dos posibles caminos en cuanto a preferencias deportivas.
Nacido en Chicago, Illinois, Prevost podría tener simpatía por Chicago Fire, el equipo de la ciudad que compite en la Major League Soccer (MLS). Aunque no se ha expresado públicamente al respecto, la conexión geográfica podría inclinar la balanza.
Pero la historia de León XIV no se limita a su origen estadounidense. Durante más de 40 años vivió en Perú, país al que llegó como misionero agustino y donde dirigió el seminario de Trujillo. Es precisamente esa cercanía con la ciudad de Chiclayo lo que alimenta otra teoría. El Papa podría tener cariño por Juan Aurich, club emblemático de esa región del norte peruano. Incluso, surgió la posibilidad de que pueda simpatizar por San Lorenzo de Almagro de Chiclayo, cuyo clásico rival es Boca Juniors de Chiclayo.
Más allá del fútbol, hay otros deportes que también podrían haber marcado su afición. Chicago es una ciudad icónica en el mundo del básquet, gracias al legado de Michael Jordan, quien lideró a Chicago Bulls a seis títulos de la NBA entre 1984 y 1998. Aunque no hay registros de que León XIV haya sido fanático de este deporte, es probable que haya seguido con entusiasmo esa histórica era deportiva.
El fanatismo de León XIV por el tenis
El deporte que sí ha practicado personalmente es el tenis. En una entrevista, el propio León XIV confesó: “Me considero un tenista bastante amateur”. Durante su vida en Perú solía jugar con regularidad, aunque reconoció que desde su salida del país ha tenido pocas oportunidades de continuar. “Estoy deseando volver a la cancha”, expresó con entusiasmo.
Aunque por ahora no hay certezas sobre un equipo en particular, lo que está claro es que León XIV no es ajeno al deporte. Ya sea con una raqueta en la mano o frente a un televisor viendo fútbol, el nuevo pontífice parece tener una sensibilidad deportiva que podría acercarlo aún más a los fieles de distintas partes del mundo.
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