La muerte del Papa Francisco este lunes 21 de abril reavivó el interés por antiguas profecías que, desde hace siglos, vinculan el final del papado con nada menos que el fin del mundo. En medio del luto global por el primer pontífice argentino, ciertos sectores comenzaron a desempolvar textos del siglo XII y las célebres cuartetas de Nostradamus, buscando señales de un destino inevitable.
El foco está puesto en un misterioso manuscrito conocido como Las Profecías de los Papas, atribuido al arzobispo irlandés San Malaquías, que menciona a cada pontífice desde el siglo XII hasta hoy. Según esta obra, Francisco sería el último Papa antes de la destrucción de Roma y el juicio final. Si la línea de tiempo que propone fuera cierta, el fin del mundo ocurriría en 2027.
Aunque el Vaticano nunca reconoció oficialmente estas profecías, su vigencia crece cada vez que fallece un Papa, y en especial ahora, con el reciente deceso de Francisco, cuyo delicado estado de salud ya venía siendo seguido de cerca en los últimos meses.
Las profecías de San Malaquías: ¿el último Papa?
El libro en cuestión fue descubierto en 1595 en los archivos secretos del Vaticano por el monje benedictino Arnold Wion. Está escrito en latín y contiene 112 frases crípticas que, según sus intérpretes, describen con precisión a cada uno de los papas, desde Celestino II (1143) hasta el actual Papa Francisco, y contienen un anuncio sobre el fin del mundo.
La última entrada menciona a un tal “Pedro el Romano”, quien pastoreará a su rebaño “en medio de muchas tribulaciones”, antes de que “la ciudad de las siete colinas” (Roma) sea destruida y se produzca el juicio final. Según esta interpretación, con Francisco se cerraría la lista de pontífices, dando paso a una etapa de caos religioso y, finalmente, al fin del mundo.
Los creyentes de esta teoría aseguran que, si el Papa Francisco fue efectivamente el número 112 en la lista, estaríamos a tan solo dos años del fin del mundo: en 2027.
¿Un Papa Negro y el Apocalipsis según Nostradamus?
Otra de las fuentes clásicas que vuelve a escena tras la muerte de un Papa es Nostradamus. El famoso astrólogo francés del siglo XVI escribió varias cuartetas que han sido asociadas —algunas veces forzadamente— con eventos históricos. Entre ellas, una predice la muerte de un Papa anciano y la llegada de uno joven y de piel oscura, lo que ha alimentado la teoría del “Papa Negro” como señal del fin del mundo.
Actualmente, hay 33 cardenales africanos con derecho a voto en un futuro cónclave, 23 de los cuales fueron designados por el propio Francisco. Algunos creen que uno de ellos podría ser el próximo líder de la Iglesia Católica, alimentando así esta interpretación apocalíptica.
Otros analistas, sin embargo, sostienen que el “Papa Negro” podría hacer referencia a la orden de los jesuitas —de la cual Francisco forma parte— conocida históricamente como la Compañía de Jesús o los “sacerdotes negros”, por sus hábitos oscuros. Esta visión pone el acento no tanto en el color de piel, sino en la simbología eclesiástica.
Ciencia, mito y una fecha inquietante
La mayoría de los historiadores y estudiosos de la religión descartan la autenticidad de Las Profecías de los Papas. De hecho, señalan que la precisión de las descripciones desaparece abruptamente a partir del año 1590, lo que hace sospechar que el texto pudo haber sido falsificado para justificar elecciones papales posteriores.
Aun así, las coincidencias, las metáforas oscuras y el actual contexto de crisis global siguen alimentando la narrativa del fin del mundo. Y más aún, ahora que la silla de Pedro ha quedado vacante tras la muerte del Papa Francisco.
En definitiva, más allá de lo que digan los textos antiguos, lo cierto es que cada vez que muere un Papa, el mundo mira hacia el Vaticano no solo con luto, sino con cierta inquietud. ¿Es el inicio de una nueva etapa? ¿O, como sugieren algunos, un paso más hacia el final?
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