Luego de una semana de incertidumbre sobre el rumbo que tomará el ministerio de Justicia, Ernesto Tenembaum se refirió a la dilatación de la salida de la actual ministra Marcela Losardo. "Estoy muy impresionado. Nunca vi una demora de siete días en designar un ministro", planteó para comenzar su editorial. Si bien la noticia de la renuncia de la funcionaria ya es de público conocimiento, aun no hay certezas sobre quién será su sucesor.
"Lo último que había dicho Losardo era que no estaba de acuerdo con que se armara una comisión en el Congreso para investigar jueces. Que se vaya despues de eso, en la semana siguente a que la ex presidente haga un encedido alegato en contra de la justicia, y el Presidente de la Nación haga lo mismo, deja claro que su salida es, en primer lugar, producto de que no está de acuerdo con la política de su gobierno. Evidentemente es un gobierno que se radicaliza contra la justicia, en contra de la opinión de la ministra. Eso define un debate al interior del Frente de Todos", analizó.
"La segunda razón es que esta es una coalición que no funciona como tal, sino como lugares de competencia loteados. Desde que asumió, Losardo no pudo manejar su ministerio porque abajo le pusieron gente de otros sectores, y al ser una coalicion en la que las segundas líneas voicotean o puentean a un ministro una y otra vez, es lógico que se vaya", agregó.
"Pero el problema se acrecenta con el nombre de quién la reemplaza. Justicia es un área muy de Alberto, como abogado y como profesor de derecho. Por ejemplo, Vilma Ibarra es una gran abogada y de una capacidad de trabajo y honestidad que sería una buena ministra. Pero él no puede ponerla porque supone que Cristina la vetaría. Otro caso: Alberto Iribarne fue ministro de Justicia con Kirchner con la reforma de la Corte Suprema, pero ahí también vuelve el mismo problema de las segundas líneas. Además, Cristina plantea que ese ministerio tiene que ser beligerante contra la justicia, pero eso atenta contra la imagen presidencial. Lo lógico sería que se sienten a charlar sobre este problema y encuentran una solución. Eso es lo que no pasó esta semana. Mi incógnita es cuánto hablarán ellos", se preguntó.
A modo de conclusión general, el periodista propuso extender este análisis a otras áreas centrales dentro del gobierno: "En economía esto pasa todo el tiempo. El país es una bomba de tiempo constante y vos ves que se burlan del ministro, le hacen cosas, nadie ordena eso. Y eso va teniendo un costo. Lo podés ver hasta en el tema de las vacunas. Yo no termino de entender cómo había un preacuerdo con Pfizer, se manda una ley al Congreso, Graciela Ocaña dice que no le den inmunidad y el Frente de Todos acepta esa reforma sin consultar a Casa Rosada. Entonces cuando se entera Alberto, Pfizer aprovecha y se retira. Con estos líos no vas a resolver la inflación o el riesgo país".
"Muchachos, pónganse de acuerdo. Serénense. Acá hay temas que son centrales: vacunación, salud, economía. Ojalá le encuentren la vuelta porque es muy impresionante la metáfora del ministerio vacío. Es muy exótico, raro, no lo vi nunca", finalizó.
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