El PSG goleó 5-0 al Ajaccio en París y se acerca al título; sin embargo, toda la atención calló sobre los silbidos que algunos hinchas lanzaron contra Messi. El argentino había vuelto a jugar tras el castigo impuesto por la dirigencia del club.
Los insólitos silbidos se escucharon en la previa, mientras se anunciaba la formación y también luego de que empezara el encuentro, cuando el astro argentino tocaba la pelota. Los abucheos y silbatinas fueron constantes durante el primer tiempo. En el segundo tiempo bajaron un poco el tono desde las tribunas, ya que el equipo empezaba a hacer los goles.
De hecho, desde algunos sectores de la tribuna se coreaba meeessi, meeessi; sin embargo, esto sólo redoblaba la apuesta de los abucheos, que provenían principalmente de la tribuna de los ultras, la barrabrava del PSG, que aunque no asusta a nadie y solo son cincuenta, se encargaron de molestar al mejor jugador del mundo durante todo el partido.
Lo cierto es que Messi vivió este domingo una situación increíble que no había experimentado nunca. Messi fue reprobado porlos hinchas de su propio equipo, y lo abuchearon mucho más que los rivales. Messi no participó de la elaboración de juego de la manera que lo venía haciendo antes de la sanción y no convirtió ningún gol a lo largo del encuentro.
Los tantos vienieron de la mano de Fabián Ruiz Peña a los 22' minutos; Achraf Hakimi a los 33'; Kylian Mbappé por duplicado, a los 47' y 54'; y Mohammed Youssouf en contra en el minuto '73.
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