Una explosión de pagers en Siria y el Líbano tuvo como objetivo miembros del grupo terrorista chiita libanés Hezbollah, por lo que se sospecha que todo fue parte de un plan de Israel. El ataque dejó un total de diez muertos y más de 2.800 heridos, de los cuales 200 están graves.
Luego del ataque, Hezbollah culpó a Israel y prometió que recibirán un justo castigo. En ese sentido, el grupo paramilitar indicó: "El enemigo israelí es plenamente responsable de esta agresión criminal". Cabe destacar que uno de los heridos fue el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, quien se encuentra en buen estado tras haber sufrido una herida superficial producto de la explosión.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló al respecto: "Varios miembros del grupo libanés Hezbollah legaron a los hospitales de Damasco y de la provincia de Rif Damasco tras resultar heridos por la explosión de buscapersonas que llevaban encima".
Los bíperes, que son aparatos de mensajería que no requieren tarjeta SIM ni conexión a internet, explotaron casi simultáneamente en varias regiones del país. El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, dijo que la mayoría de las víctimas presentan heridas en el rostro, en la mano, en el vientre e incluso en los ojos.
"Aún no tengo detalles, pero estoy al corriente de que este cargamento de bípers llegó recientemente al Líbano", sostuvo el ministro de Telecomunicaciones del país, Johanny Corn. El funcionario también remarcó que las baterías de los pagers se calentaron, por lo que algunas personas sintieron el aumento de la temperatura del dispositivo y lo tiraron antes de que explotara.

Finalmente, sobre el ataque de Israel contra Hezbollah, Corn concluyó: "Debemos saber cómo y cuándo entró ese cargamento de dispositivos al Líbano, a qué compañía pertenecen, quién es su dueño. Debemos conocer más detalles para saber cómo funciona este dispositivo y cómo entró al Líbano".