El sector porcino es una de las actividades pecuarias que más creció en las últimas dos décadas, abocado mayormente al consumo local, dejándole a la exportación un lugar casi marginal. No obstante, el Gobierno nacional anunció en las últimas horas la apertura del mercado sudafricano para el envio de hemoglobina porcina en polvo.
Por más raro que parezca, en este producto, que se utiliza para la elaboración de alimentos balanceados, las exportaciones argentinas no son para nada desdeñables. En lo que va del año, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) certificó 11.900 toneladas despachadas de este producto a destinos como Colombia, Vietnam, Tailandia, Perú y Malasia y México.
Además, con Sudáfrica se mantiene un comercio de cierta relevancia, ya que las exportaciones de productos de origen animal y vegetal de Argentina a dicho país suman más de 520.000 toneladas anuales.
Según indicaron desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, este logro "se trata del resultado de dos años de negociaciones llevadas adelante por la cartera agropecuaria y el Senasa y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación en los que hubo intercambios técnicos hasta arribar a un acuerdo en cuanto a los requisitos que deben acompañar los envíos".
Dos nuevos eventos de maíz
Por otro lado y, casi al unísono, Agricultura informó que autorizó dos nuevos productos biotecnológicos de maíz.
"Se trata de dos variedades de maíz desarrolladas por el sector privado que presentan resistencia a herbicidas e insectos, lo que permite que productores agropecuarios de todo el país refuercen su campaña agrícola y proyecten mayor producción tanto con destino al mercado interno como al exterior", detallaron.
La medida, sancionada mediante las disposiciones 25/2024 y 31/2024 de Agricultura, abarca a dos variedades con resistencia a ciertos insectos lepidópteros y a los herbicidas glifosato y glufosinato de amonio.
La aprobación, como ocurre en todos los productos biotecnológicos vegetales, se realizó tras el análisis de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), organismo de amplio reconocimiento internacional, encargado de analizar la documentación respaldatoria presentada por las empresas desarrolladoras.
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