El Gobierno anunció hoy la derogación de la norma que permitía a familiares y cónyuges de empleados estatales fallecidos ocupar sus cargos o puestos de trabajo en su reemplazo.
La medida fue comunicada por el vocero Manuel Adorni junto al ministro de Desregulación y Modernización, Federico Sturzenneger, que también publicó un comunicado en el que se explica que esta facultad ya había sido desterrada durante el gobierno de Mauricio Macri y fue restaurada de vuelta durante la gestión de Alberto Fernández.
La herencia de cargos, según explicaron, estaba explícitamente incluida en estatutos y reglamentos de la AFIP, el Banco Central y el Banco Nación, entre otros organismos del Estado.
“El delirio que se está sepultando hoy es parte de la misma lógica que reinaba en la Argentina hasta el 10 de diciembre”, dijo el vocero presidencial. A partir de ahora, los cargos se asignarán por mérito y esfuerzo. “En esta Argentina, nadie tiene sangre azul”.
El delirio que se está sepultando hoy es parte de la misma lógica que reinaba en la Argentina hasta el 10 de diciembre
De acuerdo con un comunicado enviado por la cartera de Sturzenegger, con esta medida, “se profundiza la estrategia de racionalización del tamaño del Estado, que ya logró el recorte del 15% de la planta del personal público y la intimación para que se jubilen sin demoras aquellos empleados que están en edad de retiro”.
“Este ilógico privilegio colocó a los empleados públicos por encima del resto de los trabajadores de la Argentina. Pero, de ahora en más, quien ocupe un puesto en el Estado será elegido solamente por su idoneidad. Para decirlo con claridad, nunca deberían haber existido estas ventajas, porque la propia Constitución Nacional estableció en su artículo 16 que ´la Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad´”, señaló el parte de prensa.