El gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre, sigue en paradero desconocido. Mientras tanto, el ministerio de Seguridad de nuestro país presentó documentos que confirman que su ingreso al mencionado país estaba plenamente autorizado con fines personales y recreativos.
Entre las pruebas aportadas, se encuentra una carta de invitación formalizada por su pareja venezolana, María Alexandra Gómez García, quien gestionó los trámites legales necesarios para recibirlo en Puerto La Cruz, donde reside con el hijo que tienen en común. De esta manera, la certificación fue emitida por el Servicio Autónomo de Registros y Notarías, con el pago de las tasas correspondientes.
No solo esto, sino que el 21 de noviembre, Gendarmería Nacional aprobó formalmente la salida del cabo primero Gallo del país desde el 5 de diciembre hasta el 3 de enero, lo que es otra prueba contundente de que estaba autorizado.

Con esta información, el Gobierno le responde a las acusaciones del mandato de Nicolás Maduro, que había vinculado la presencia de Gallo con un supuesto plan para extraer a opositores refugiados en la embajada argentina en Venezuela. Diosdado Cabello, número dos del presidente venezolano, aseguró que Gallo estaba involucrado en una operación encubierta. A esto se sumaron dichos del exembajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde, quien cuestionó los permisos para el viaje del gendarme.
Desde el Ministerio de Seguridad argentino, calificaron a Laborde como "un personero del régimen chavista" y sostuvieron que los documentos oficiales desmienten cualquier irregularidad en el viaje de Gallo. Además, remarcaron que "en el peor de los casos, lo que correspondería es la expulsión, no su secuestro".

Mientras las gestiones diplomáticas siguen su curso, el paradero de Nahuel Gallo en Venezuela continúa siendo incierto. Desde el Gobierno argentino exigen su inmediata liberación, mientras alertan sobre la necesidad de proteger los derechos de los argentinos en el exterior.