Con la llegada del verano y las altas temperaturas, las hormigas se convierten en una presencia casi inevitable en los hogares. Estos pequeños insectos, atraídos por la comida y guiados por las feromonas que dejan en su camino, pueden colarse por las grietas más mínimas y convertirse en una verdadera molestia. Además de ser incómodas, las hormigas pueden contaminar alimentos al caminar sobre ellos, lo que las convierte en un problema que no podemos ignorar.
Pero no todo está perdido. Desde remedios caseros hasta trucos infalibles, te contamos cómo mantener tu casa libre de hormigas este verano.
Trucos caseros para decirle adiós a las hormigas
- Ajo, laurel, menta y otras hierbas aromáticas:
Las hormigas detestan los olores fuertes. Colocar dientes de ajo, hojas de laurel, menta o granos de café en puntos estratégicos de la casa (como cerca de las entradas o en los rincones) puede actuar como un repelente natural. - Bicarbonato de sodio con azúcar:
Mezclá bicarbonato de sodio con un poco de agua y azúcar para crear una pasta. Colocala en los lugares por donde circulan. El azúcar las atraerá, pero el bicarbonato será mortal para ellas. - Bórax y azúcar:
El bórax, un compuesto químico común en productos de limpieza, mezclado con agua y azúcar, forma una masilla que puedes usar para tapar los huecos por donde entran las hormigas. Además, si lo dejás en su camino, lo llevarán al hormiguero, afectando a toda la colonia. - Cáscaras de cítricos:
Las cáscaras de limón, naranja o pomelo no solo son un repelente natural, sino que, al descomponerse, liberan una sustancia tóxica para estos bichitos. Colocalas cerca de sus rutas o en los rincones donde las hayas visto. - Harina de maíz:
Espolvoreá harina de maíz en los caminos que usan las hormigas. Al consumirla, les resulta imposible digerirla, lo que las lleva a morir. - Polvos de talco o tiza:
Estos productos actúan como barreras naturales. Dibuja líneas con tiza o esparcí talco en las zonas por donde entran. El polvo las desorienta y les impide avanzar. - Vinagre y agua:
Mezclá vinagre blanco con agua en partes iguales y rocía la solución en los lugares donde hayas visto hormigas. El fuerte olor del vinagre las repele y, de paso, elimina el rastro de feromonas que dejan al pasar. - Jugo de limón:
El ácido cítrico del limón desorienta a las hormigas y les dificulta seguir su ruta. Exprimí limones y esparcí el jugo por las áreas problemáticas.

Consejos adicionales para prevenir la invasión
- Mantené la casa limpia: Las hormigas buscan comida, así que asegurate de no dejar migas, restos de alimentos o recipientes abiertos.
- Sella grietas y huecos: Revisá puertas, ventanas y paredes, y sella cualquier espacio por donde puedan entrar.
- Guarda los alimentos en recipientes herméticos: Esto evitará que las hormigas se sientan atraídas por la comida.

Con estos trucos y un poco de atención, podrás disfrutar de un verano sin hormigas en casa. Y si la invasión es demasiado grande, siempre podés recurrir a un servicio profesional de control de plagas. ¡A poner manos a la obra!
