No hubo un solo mercado que haya salido indemne de la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar aranceles recíprocos del 10% como mínimo. Esto generó un tembladeral económico a nivel mundial que la soja no pudo esquivar.
Las subas que registró ayer quedaron totalmente borradas durante la sesión de hoy, donde el contrato de mayo cayó 1,74% (US$ -6,61) hasta los US$ 371,66 la tonelada en el mercado de Chicago, mientras que la posición de julio perdió 1,79% (US$ -6,89) para cerrar a US$ 377,08.
Peor la pasó el aceite, que se hundió 2,96% (US$ -31,75) hasta los US$ 1.037,48 la tonelada.

"Tras el "Día de la Liberación" el mercado transitó hoy el "Día de Los Lamentos", donde hubo tensión entre los inversores; quejas de exportadores y de agricultores; índices bursátiles en retroceso, y una sensación de incertidumbre que, lejos de disiparse, cada vez es más notoria. En ese estado de situación los precios de la soja cerraron en baja la rueda de Chicago, donde la volatilidad es la única certeza", marcaron los analistas de la corredora de granos Granar.
El mayor miedo de los agricultores estadounidenses, más conocidos como los farmers, es que muchos países, entre ellos China, tomen represalia de la suba de aranceles, afectando el comercio de soja y, por ende, los precios.
"Para el complejo sojero el principal impacto está dado por la imposición de aranceles del 34% contra China, que se agregaron a los aranceles del 20% ya vigentes contra los bienes importados de ese país y a las amenazas de otro 25% para quienes importen petróleo de Venezuela, algo que China hizo y en cantidad. Frente a esto, los operadores consideran poco probable que el gobierno chino mantenga en apenas el 10% la represalia contra la soja estadounidense", indicaron desde Granar.
Tal es el cuestionamiento de los farmers a la medida de la Casa Blanca que los representantes de las entidades de productores se quejaron al respecto: "Una cosa es segura: los agricultores y ganaderos estadounidenses serán los más afectados por esta guerra comercial mundial. Sin un apoyo significativo y sin un compromiso con las políticas de comercio justo perderemos aún más establecimientos familiares, debilitaremos las economías rurales y, en última instancia, aumentaremos los costos y limitaremos las opciones de los consumidores en los supermercados", indicaron desde la Unión Nacional de Agricultores.
Incertidumbre de la agroindustria local
No solo los productores estadounidenses se encuentran preocupados por esta situación, sino que también la agroindustria local ve como una amenaza la imposición de aranceles y los efectos que puede tener en el comercio de granos.

"Los anuncios del presidente Donald Trump de hoy, presentando la ley de Liberación Comercial que implica una suba significativas de derechos de importación a todo el mundo, van a generar seguramente una guerra comercial tarifaria a nivel mundial con derivaciones comerciales que impacten negativamente en los países con capacidad de exportadora hacia los Estados Unidos", indicó el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras.
En este sentido, Idígoras añadió que "la Argentina se va a ver severamente afectada por las exportaciones agroindustriales del aceite de soja, donde ya estábamos en más de US$ 700 millones, dado que ahora pasamos de un arancel del 19% al 29%, y seguramente la carne vacuna, los limones, jugo de limón, el maní, la pasta al maní, el azúcar y muchos otros productos que son parte de la canasta exportadora argentina se verán severamente afectados y dañados en esto".