Una parrilla oxidada puede parecer un problema que no tiene solución y la única respuesta viable parecería ser tirarla. Sin embargo, este pensamiento está muy lejos de la verdad porque hay una manera sencilla de recuperarla en esos casos. ¿Cómo se hace?
La oxidación puede darse por distintos factores: la exposición al aire, la humedad o simplemente por el paso del tiempo. Cuando el metal está en contacto con el aire y el agua, se produce una reacción química que resulta en la formación de óxido. Además, los residuos de comida y grasa pueden acelerar este proceso, especialmente si la parrilla no se limpia regularmente.
Sin embargo, antes de tirarla a la basura, hay pasos que podés seguir para restaurarla a su gloria original y que su destino no sea una bolsa de residuos. ¿Cómo devolverle la vida a tu parrilla oxidada?

Así se restaura una parrilla oxidada
Para restaurar una parrilla, sartén o bifera oxidada vas a necesitar cinco ingredientes principales: carbón, jugo de limón, esponja metálica, papel de cocina y aceite. El procedimiento para que queden como nuevas es muy sencillo y consiste en:
- Triturar el carbón hasta formar migajas. Colarlas con un tamiz o colador para que queden lo más finitas posibles.
- Añadir jugo de limón y formar una pasta cremosa.
- Extender la pasta cremosa sobre la superficie oxidada y pasarle una esponja metálica para esparcirla.
- Lavar bien para quitar cualquier resto de la pasta.
- Llevar al fuego y limpiar con aceite y papel de cocina. Una vez realizado este último paso, estará lista para utilizar.

Este procedimiento puede realizarse las veces que sea necesario. No obstante, para evitar que la parrilla se oxide en el futuro, es importante realizar un mantenimiento regular. Esto implica limpiar la parrilla después de cada uso y, en medida de lo posible, guardarla en un lugar seco y protegido.
