A mil días de comenzada la guerra y luego de que Estados Unidos aprobara el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania para atacar objetivos militares dentro del territorio ruso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó hoy un decreto que habilita el uso de armas nucleares ante ataques convencionales.
La firma de la doctrina, que indica que cualquier ataque aéreo masivo contra Rusia podría desencadenar una respuesta nuclear, refleja la disposición de Putin para amenazar con el uso del arsenal nuclear del país para forzar a Occidente a retroceder mientras Moscú presiona una ofensiva lenta en Ucrania.
La aprobación de la nueva política de disuasión nuclear llega tras la decisión del presidente Joe Biden de permitir que Ucrania ataque objetivos dentro de Rusia con misiles de mayor alcance suministrados por Estados Unidos. El Kremlin expresó su rechazo por la decisión de Washington, calificándola de “imprudente” y asegurando que habrá una respuesta de Moscú.
En el documento, Rusia considera "ataque conjunto" la agresión de un país no nuclear que reciba apoyo de una potencia con capacidad atómica. La nueva doctrina refuerza la postura de Moscú frente a alianzas militares, como la OTAN, y señala que cualquier acción ofensiva contra el país o sus aliados por parte de un miembro de una coalición será interpretada como un ataque de la coalición en su conjunto.

El texto no especifica si tal ataque desencadenaría necesariamente una respuesta nuclear. Menciona la “incertidumbre de escala, tiempo y lugar de posible uso del disuasivo nuclear” entre los principios clave de la disuasión nuclear. Al mismo tiempo, detalla las condiciones para el empleo de armas nucleares con más detalle que la versión anterior de la doctrina, y señala que podrían utilizarse en caso de un ataque aéreo masivo que implique misiles balísticos y de crucero, aviones, drones y otras aeronaves.
Los vagos términos amplían los desencadenantes para el posible uso de armas nucleares en comparación con la versión anterior del documento, que establecía que Rusia podría recurrir a su arsenal atómico si se recibía “información confiable sobre el lanzamiento de misiles balísticos dirigidos al territorio de Rusia o sus aliados”.