Andrés Edgardo Vázquez, quien es el jefe de la Dirección General Impositiva (DGI), compró a través de sociedades en el exterior tres inmuebles en Miami valuados en más de 2 millones de dólares. Sin embargo, lo llamativo es que no declaró las mismas en la Oficina Anticorrupción.
Vázquez tiene participación accionaria en un entramado de empresas desde hace 12 años. Las mismas abarcan una sociedad construida en las Islas Vírgenes Británicas, que es controlante de otras dos compañías en Panamá. A su vez, estas compañías sirvieron para adquirir la propiedad de los inmuebles ubicados en Miami.
Por si fuera poco, esta no es la primera vez que el nuevo jefe de la DGI se relaciona con operaciones en paraísos fiscales. En 2011 afrontó una denuncia porque desde noviembre de 2004 había controlado junto a su hermana Silvia una cuenta bancaria en el ING Bank NV de Curazao por 442.113 dólares. Aquella vez, Vázquez no lo informó ante el fisco argentino y debió sobrellevar una investigación penal.
Cabe destacar que los funcionarios de su nivel están obligados por la Ley de Ética Pública a presentar ante la Oficina Anticorrupción una declaración jurada que detalle todos sus bienes inmuebles y muebles y participaciones accionarias.
Dicho reporte hay que actualizarlo cada año y es de acceso público. No informar parte del patrimonio puede configurar el delito de "omisión maliciosa", establecido en el artículo 268 del Código Penal. Este incluye penas como la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. También puede derivar en una investigación por presunto enriquecimiento ilícito, en caso de que el funcionario no logre justificar el origen lícito de sus bienes.
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