El camino hacia una ciudadanía italiana más accesible volvió a cerrarse. El referéndum que proponía reducir los requisitos para solicitarla no alcanzó el quórum necesario y, por lo tanto, no tendrá efectos legales. Con una participación del 22,7% —muy por debajo del 50% más uno requerido— la consulta quedó sin validez, y las condiciones actuales para acceder a la ciudadanía italiana seguirán vigentes.
La votación, realizada el 8 y 9 de junio, apuntaba a modernizar el acceso a la ciudadanía italiana, especialmente para quienes residen en el país desde hace años sin ser reconocidos como ciudadanos plenos. La propuesta buscaba acortar de diez a cinco los años de residencia legal requeridos para iniciar el trámite, y además permitir que, una vez concedida, se transmita automáticamente a los hijos menores. La medida habría beneficiado a más de 2.500.000 personas, muchas de ellas nacidas o criadas en territorio italiano.
Sin embargo, el bajo nivel de participación frustró el intento. Quienes impulsaban el referéndum ahora centran sus esfuerzos en una nueva vía legislativa: una propuesta de ley constitucional para eliminar el requisito del quórum en este tipo de consultas populares, que ya está disponible en la plataforma oficial del Ministerio de Justicia italiano. Mientras tanto, quienes aspiran a la ciudadanía italiana deberán ajustarse al marco legal actual.

Qué condiciones siguen vigentes para obtener la ciudadanía italiana
Con el rechazo de facto del referéndum, las condiciones actuales para acceder a la ciudadanía italiana permanecen sin cambios. Existen dos grandes vías para obtenerla:
1. Por descendencia (ius sanguinis):
- Pueden acceder quienes sean hijos, nietos, bisnietos (sin límite generacional) de ciudadanos italianos nacidos en Italia.
- La ciudadanía se transmite siempre que no haya interrupciones en la línea de sangre (por ejemplo, si un ancestro renunció a la ciudadanía antes de tener hijos).
- Si en la línea genealógica hay una mujer que tuvo a su hijo antes de 1948, se debe recurrir a un reclamo por vía judicial, ya que en esa época las mujeres no podían transmitir la ciudadanía.
2. Por naturalización (residencia en Italia):
- Quienes emigran a Italia y no tienen ascendencia italiana pueden solicitar la ciudadanía tras 10 años de residencia legal e ininterrumpida.
- Este fue el punto que el referéndum intentó modificar sin éxito: reducir el plazo a 5 años.
- También es posible iniciar el trámite tras 4 años si se pertenece a un país de la Unión Europea, 3 años si se es descendiente de italianos o 2 años en caso de matrimonio con una persona italiana.

Quiénes quedan afuera tras el fracaso del referéndum
Con la votación fallida, siguen excluidos del acceso automático a la ciudadanía italiana miles de jóvenes nacidos o criados en el país de padres extranjeros, especialmente en contextos donde no hay vínculos genealógicos con Italia. Esto incluye a:
- Hijos de inmigrantes que nacieron en Italia, pero no tienen ascendencia italiana.
- Adultos que llegaron al país en edad escolar y vivieron allí toda su vida, pero no cumplieron aún los diez años de residencia legal necesarios.
- Residentes de larga data que enfrentan trabas burocráticas o económicas para completar el proceso de naturalización.
Desde distintas organizaciones civiles se insiste en que este grupo constituye una ciudadanía de hecho pero no de derecho, con personas que estudian, trabajan, pagan impuestos y viven en Italia desde siempre, pero sin acceso al voto, a becas estatales o a ciertos empleos públicos.

¿Qué puede cambiar en el futuro?
Mientras la ciudadanía italiana sigue siendo un derecho limitado por requisitos estrictos, la discusión está lejos de cerrarse. Con el referéndum frustrado, crece el debate sobre la necesidad de reformar el sistema de participación democrática, y también sobre la urgencia de un nuevo marco legal que contemple los cambios sociales y migratorios de las últimas décadas.
Por ahora, quienes deseen reclamar la ciudadanía italiana deberán ajustarse a las vías ya establecidas y mantenerse atentos a las eventuales modificaciones legislativas que puedan surgir en el Parlamento italiano.