Las lluvias del fin de semana dejaron dos panoramas bien diferentes en el campo argentino. Por una lado, los milímetros registrados en la zona núcleo dejó un balance hídrico óptimo para los cultivos y de cara a la campaña fina, pero 2 millones de hectáreas del centro-sur de la provincia de Buenos Aires quedaron bajo el agua, trayendo consigo potenciales pérdidas.
Según un relevamiento satelital realizado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) hay cerca de 2 millones de hectáreas bajo el agua o anegadas en 13 partidos del centro y sudoeste bonaerense, afectando a campos dedicados a la actividad ganadera y agrícola.
Los partidos más golpeados son los de Olavarría, Laprida y General Lamadrid, con lluvias que superaron acumulados de 400 milímetros en los últimos días. También se encuentran afectados Benito Juárez, Adolfo Gonzales Chaves, Coronel Pringles y Daireaux, entre otros distritos.

Del total de casi 2 millones de hectáreas, 500.000 están inundadas y 1,45 millones están anegadas.
Esto puede impactar en los cultivos que se encuentran próximos a cosecharse, como el girasol, ya que dicha área comprende una de las regiones claves en la producción de la oleaginosa. Asimismo, obligó al movimiento de la hacienda, ya que se vio reducida la superficie de pastoreo.
Los próximos días serán claves en lo que se refiere al drenaje del agua, y es allí donde recién se podrá ver la afectación real de los cultivos.
Lluvias en la zona núcleo
En contraposición, las lluvias del fin de semana dejaron registros importantes en la región núcleo, con acumulados que oscilaron entre 40 y 50 milímetros en promedio, aportando "una recuperación clave en el balance hídrico", indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En algunos puntos, los valores fueron aún más elevados, con picos de 102 milímetros en Bell Ville (Córdoba), 87 en Clason y 79 en Montes de Oca (Santa Fe), además de acumulados destacados en el norte de Buenos Aires, como los 78 mm en Rojas o los 86 en Pinto.

Según dijo Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, “las reservas de agua útil empieza a mostrar signos de recuperación en los estratos profundos del suelo en el centro de la región núcleo. Después de tantos años de déficit hídrico, esto es una buena noticia para la próxima campaña de granos finos”.
El consultor Alfredo Elorriaga explicó que este evento estuvo impulsado por un sistema frontal que encontró una gran disponibilidad de humedad en el ambiente, lo que permitió precipitaciones abundantes y, en general, sin presencia de granizo. Además, el pasaje de este frente generó un marcado descenso de las temperaturas, poniendo fin a la intensa ola de calor de la semana anterior.
Con este escenario, la región pampeana comienza a salir del estado crítico de sequía que la afectó en los últimos meses. "Estamos dejando atrás el rojo de déficit hídrico en el que estábamos hace dos o tres semanas", señaló Russo. Sin embargo, la mejora no alcanzó a todas las zonas productivas: el norte de Santa Fe y provincias como Chaco y Santiago del Estero continúan con una campaña muy complicada por la falta de agua.
Para los próximos días, se espera una semana de buen tiempo, con condiciones otoñales y sin circulación de aire cálido desde el noreste, lo que permitiría comenzar a avanzar con la cosecha de maíz que había quedado pendiente. Sin embargo, para la soja de 1ra, el impacto de estas lluvias llegan tarde, ya que gran parte de los cultivos atravesaron su período crítico bajo condiciones de estrés hídrico.