“Creen que ganan pero, en realidad, pierden”, le alertó Miguel Ángel Pichetto a La Libertad Avanza durante la sesión en la que el veto a la Ley de financiamiento universitario quedó firme. Y así fue: lo que ocurrió en miércoles en Diputados no fue más que una “victoria pírrica”, en la que el oficialismo llevó al límite su alianza con el PRO. Pero, sobre todo, le allanó el camino a la oposición, que no se fue con las manos vacías de la sesión, y puso en marcha una jugada para cercar a Javier Milei.
Con el blindaje del veto, quedó demostrado que Milei tiene poder de veto, no de mando. En palabras de Pichetto, a casi 10 meses de Gobierno, los libertarios consolidaron “el partido del bloqueo y la minoría”. De allí el “ganan pero pierden”. Una lectura inversa a la que hizo Alberto Fernández tras los comicios del 2021: “Perdimos pero ganamos”. En política, 2+2 no es nunca 4.
Un veto muy costoso
Vetar la ley de financiamiento universitario le salió caro al Gobierno. Más que el 0,14% del PIB que representaba la sanción de la iniciativa impulsada por la oposición. Las universidades no son los jubilados: son una comunidad organizada, con poder de movilización. En concreto, son un actor político más. El blindaje fue el inicio de una batalla que desencadenó tomas y volvió a movilizar a la comunidad universitaria tras la marcha masiva de los días anteriores.
Pero, además, para blindar el veto, los libertarios debieron ceder ante los reclamos del PRO. Los amarillos parecieron más sumisos de lo que en verdad fueron. Forzaron la paritaria del 6,8% y la actualización de la garantía salarial docente. Antes de levantar la mano en el recinto, le exigieron al Gobierno que comunicara que ambas decisiones fueron a instancias del PRO. Y así lo hicieron.
¿Cuál fue el impacto fiscal de la medida, si “no había plata” para ceder ante los reclamos opositores? Desde el Ministerio de Capital Humano no dieron respuesta a Diario Con Vos. Apenas dijeron que la plata saldría de la Secretaría de Educación. De querer conocer ese monto, sugirieron hacer un pedido de acceso a la información pública al Ministerio de Economía (sí, un pedido de acceso a la información pública, herramienta que, vía decreto reglamentario, restringieron semanas atrás). ¿Habrá sido muy por debajo del 0,14%?
Pero además, ¿qué les habrán prometido a los gobernadores que fueron clave para sostener al veto? ¿Había o no había plata?
Nuevo ninguneo al PRO
¿Con qué retribuyeron al PRO, que volvió a pagar el costo político de acompañar el veto de una ley tan sensible? Con un trascendido proveniente del entorno del estratega Santiago Caputo para hacer saber que la intención de los libertarios con el partido de Mauricio Macri no es otra que confluir en un interbloque con los amarillos.
¿En qué cabeza cabe pensar que para Cristian Ritondo es negocio comandar una bancada en la que deberá lidiar no solo con las internas de su partido, sino también absorber las ajenas, además de conducir a una treintena de legisladores inexpertos? Y, para colmo, tener que votarle todo al oficialismo. Por lo menos ahora, el PRO puede imponer condiciones a cambio de levantar la mano en el recinto.
“Si quieren que pongamos la cara (o los votos), tenemos que estar en las decisiones. No queremos un interbloque, el PRO va a seguir siendo un bloque con la fortaleza que tiene hoy. Esto tiene que tener un correlato en los lugares donde gobernamos nosotros”, explicaron en las altas esferas del partido.
Pero además, en el PRO entienden lo siguiente: “Hoy, nuestros votantes están con La Libertad Avanza, cuando no estén más, nosotros tampoco”. Salvo, claro, que sean incluidos en la mesa chica de Milei. Pero, el estratega ya dejó en claro, una vez más, que esto no pasará.
De perder la alianza con el PRO, La Libertad Avanza ni siquiera podrá ser el partido del bloqueo. Quedará muy por debajo del tercio que se necesita para blindar los vetos de Milei y que se requiere para frenar cualquier juicio político contra el Presidente.
Un cerco a Javier Milei
“No vinimos a perder todo”, dijeron desde la bancada que conduce Pichetto a Diario Con Vos, apenas culminó la sesión. “Habrá sorpresas”, auguraron desde la Coalición Cívica, en la previa al debate, cuando el tercio para blindar el veto estaba cada vez más consolidado. Y así fue.
Con Oscar Agost Carreño a la cabeza, el bloque Encuentro Federal se anotó un triunfo en la sesión del miércoles: forzó el tratamiento en comisión de la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia. Nada menos que una de las herramientas favoritas a las que viene apelando Milei, incluso para cambiar el nombre del CCK por el de Palacio Libertad. (¿Qué tendrá de necesario y de urgente?)
Como fuere, al hacer uso de la palabra, Agost Carreño recordó que hay una serie de iniciativas que buscan regular la ley impulsada por Cristina Kirchner allá en 2006, cuando ella era senadora y su marido, Néstor Kirchner, presidente.
Entre las autoras de esa montaña de proyectos, el diputado de Encuentro Federal mencionó a Silvia Lospennato, una de las diputadas del PRO que tuvo un rol protagónico en las negociaciones por el veto, y a la mismísima Patricia Bullrich. Así, el cordobés puso contra las cuerdas al partido amarillo. ¿Cómo podrá negarse a tratar un tema que ellos mismos impulsan desde hace años?
En concreto, las iniciativas buscan que legislar no sea más sencillo para el Poder Ejecutivo que para el Legislativo. Hoy, un DNU tiene fuerza de ley hasta tanto sea rechazado por ambas cámaras. En cambio, para que un proyecto sea ley, tiene que ser aprobado por ambas cámaras.
¿Qué propone, por caso, el proyecto que tiene como autor a Agost Carreño? Que baste con que una de las dos cámaras rechace un DNU para que este pierda vigencia; le pone un plazo de 60 días a las cámaras para que se pronuncien por la aprobación, el rechazo o la modificación del decreto. Y establece que si un DNU fuera rechazado por el Congreso, el Ejecutivo no podrá dictar un decreto análogo durante un año.
De sancionarse esta o alguna otra iniciativa similar, a Milei se le hará cuesta arriba gobernar por decreto.
El dato que debería alarmar a los libertarios es que, durante la sesión, Unión por la Patria levantó la mano para acompañar la propuesta de Agost Carreño. Algo que hasta hace poco parecía impensado, hoy es posible: que el peronismo acompañe la modificación de una ley de Cristina Kirchner.
De todas formas, el cambio de postura de UP no parece tan descabellado, si se tiene en cuenta que, si hay alguien que viene proponiendo la renovación del PJ, es la mismísima CFK.
La jugada se pone en marcha este miércoles a las 17.
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