Romina Manguel participó del homenaje a Abuelas de Plaza de Mayo organizado por el Centro Ana Frank celebrado en los Países Bajos en el marco de los 40 años de la Democracia en Argentina. A su regreso, la periodista reflexionó sobre la experiencia, que reunió la memoria del terrorismo de Estado en nuestro país y la del genocidio perpetrado en la Alemania nazi, y trajo sus reflexiones a la actualidad para advertir contra el recorte de derechos que plantea Javier Milei.
El Homenaje y Reconocimiento en los Países Bajos en el 40 Aniversario de la Democracia se realizó la semana pasada y Romina Manguel fue invitada por el Centro Ana Frank de Argentina para integrar la delegación que visitó Ámsterdam, La Haya y Berlín. En lo que fue un adelanto de su especial por los 40 años de Democracia, la periodista reflexionó sobre su experiencia y alertó contra el recorte paulatino de derechos.
Del viaje participó, como representante de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de acuerdo con el objetivo del evento de reconocer el respaldo que algunos neerlandeses brindaron a las organizaciones de Derechos Humanos en general y a Abuelas en particular durante la última dictadura. Así, la presidenta de la Asociación homenajeó a diferentes personalidades que contribuyeron con la denuncia del terrorismo de Estado y fue, a su vez, homenajeada.
“Ella fue homenajeada por ciudadanos holandeses y también ella homenajeó a los holandeses que en su momento boicotearon el mundial ‘78, que tuvieron actitudes como por ejemplo la de pedir una credencial, trucharla, hacerse pasar por jugador y decirle a Videla ‘¿Dónde están los desaparecidos?‘, y era muy conmovedor encontrar a Estela de Carlotto abrazando a ese señor que tuvo ese compromiso”, recordó la periodista.
Dado que el viaje también involucró visitas a memoriales, excampos de concentración nazis y entrevistas con personas cercanas a Ana Frank, Manguel reflexionó sobre las leyes de Núremberg de la Alemania Nazi y lanzó una advertencia sobre la actualidad de nuestro país. “Pido por favor que no se saque de contexto, no estoy comparando lo que fue la Segunda Guerra con Milei ni mucho menos. Pero sí digo que hay que estar muy alerta”, indicó.
Dicho esto, consideró que el hecho de que “te vayan coartando derechos o que propongan coartarte derechos es mucho más peligroso” de lo que se cree, y “mucho más profundo y serio” de lo que se piensa. “Releía las leyes de Núremberg, y eran unas leyes que empezaban a coartar derechos a los judíos. Por ejemplo, no podían ir primero a determinadas escuelas, después sólo podían hacer las compras entre las tres y las cinco de la tarde, después no podían ir a los teatros”, recordó.
Todas esas leyes que regían en la Alemania nazi estuvieron vigentes durante años previo a que se ejecutara la solución final. Fueron acostumbrando de a poco a que te van sacando derechos.
“Todas esas leyes que regían en la Alemania nazi estuvieron vigentes durante años previo a que se ejecutara la solución final. Fueron acostumbrando de a poco a que te van sacando derechos, no es que de repente llegaron y dijeron ‘todos los judíos se van a la cámara de gas’. Y todo esto la sociedad civil lo fue tolerando, la propia colectividad judía no creía, salvo algunos que veían un poquito más allá”, agregó.
Luego se refirió al contexto electoral nacional: “Entonces no es gracioso lo que dice Milei. No es gracioso cuando se pone a tachar todo lo que va a cerrar sin argumentos como un desquiciado, no es divertido”, advirtió la periodista y se opuso a los colegas que “le hacen el juego”.
“Al venir de este viaje lo que me hizo estar particularmente alerta es que si te cortan un poquito de los derechos, peleás todos. Resistís todos. Porque después no sabés por cuánto más van a venir. Uno aguantás, dos aguantás. Es como el sapo, que si lo metés de repente en el agua hirviendo revienta, ahora, si lo metés de a poquito se la va bancando”, ilustró Manguel.
Dicho esto, descartó que la figura de Milei haya sido creada por los medios, pero sí consideró que “le pusieron una cámara y que del otro lado había un caldo de cultivo de malestar económico y con la dirigencia política, lo que hace que un personaje como este termine siendo recepcionado por el electorado”. Finalmente, Manguel enfatizó en su advertencia y concluyó: “No juguemos con fuego”.
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